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martes, 17 de enero de 2012

Los míticos "Cosmos" (Salas Recreativas)

Cuantos de nosotros no extrañamos las historias y aventuras que vivimos en las salas recreativas de antaño...en mi ciudad,Quito (Ecuador), las llamábamos "Cosmos" (algún día sabré por qué).

Qué tiempos aquellos, aún recuerdo el temor, incertidumbre, nerviosismo que tenía la primera vez que entré a uno de estos sitios: una sala de 6x6 con una puerta pequeña y apenas iluminada por la luz de fuera. Entre los pre-púberes era toda una aventura el tan sólo entrar a uno de estos sitios. En aquel entonces estaba de moda el Street Fighter 2, y las máquinas pasaban ocupadas todo el tiempo por cracks, novatos, mirones, indecisos, de todo un poco...y yo, que hasta ahora no me acostumbro a jugar con la palanquita de esas máquinas solía tratar de ir a la hora demenor concurrencia a ver si podía hacer el famoso "hadouken" o ver hasta donde podía avanzar sin recibir una paliza en aquel armatoste configurado en el nivel máximo de dificultad.

Gratamente recuerdo uno de estos "Cosmos"...estaba a unas cuantas calles del colegio donde estudié la secundaria. En este lugar solían confluir chicos de todos los colegios aledaños a varios kilómetros a la redonda y era interesante mirar uniformes de todos los tipos y colores, estudiantes de instituciones públicas y privadas, todos eramos participes de una tarde de emociones. Street Figther y King of the Fighters eran los juegos de moda, en las únicas 4 máquinas que tenía el local y porlas cuales batallaban decenas de chamacos desde el medio día hasta las 7 de la noche.

Podía encontrar muchas "especies" aqui: el crack, el fugón, el vecino, el mirón, el camorrero...

Una breve descripción de cada uno:

El crack, se las sabía todas, no perdía nunca, usaba una moneda toda la tarde, tipo callado pero tranquilo, podía mirar a cualquiera que no fuese de su especie con desdén y si te dirigía la palabra era ya un honor.

El fugón: se perdía la primera hora de clase por jugar unas fichas u horas mas, lo podías ver a media tarde (cuando se supone que debía estar en clases) casi todos los días escolares, no se llevaba con nadie, salvo con el dueño del lugar; a veces llevaba ropa de casa para disimular su uniforme...según la mitología ellos lo sabían todo del arcade aunque si te juntabas con ellos seguro acabarías siendo un vago más jejeje.

El vecino: el chico con suerte, que vivía en la misma calle, amigo de la familia del dueño del local, con una mamá que le daba para sus gastos con tal de verlo en la misma calle y poder ir a sacarlo del vicio para llevarlo al mercado :P

El mirón: a fuerza de contemplar, analizar y maquinar mentalmente durante horas las partidas de 100 jugadores al día, sabía que llegaria aser un crack. El no topaba una máquina mas que cuando no había nadie...pero eso si, sabía todos los trucos del lugar...y los chismes también.

El camorrero: especie que aún prevalece,no sabíamos que diablos hacía ahi. Nunca jugaba nada, se la pasaba molestando al resto, pidiendo monedas,criticando a quienes jugaban y charlando con el dueño del lugar.

Hubo una especie mas, hoy en extinción: el padawan. Este no sabía nada, tan malo para jugar como mi suegra y más timido que colegiala en discoteca...pero que a pulso de pasarse 7 horas al día de lunes a domingo en el mismo juego terminaba trasfigurándose ante todos y nacía como crack.

Mención especial al dueño del lugar, un tipo joven, que había juntado su dinero y comprado aquellas máquinas a mitad de precio. El era la ley, nadie se atrevíaa contrariar su autoridad, crack en todos los juegos, conocedor de todos los secretos, amable con los amables y temible con los problemáticos que nunca faltan...en realidad lo que envidiábamos era que tenía una novia mas buena que Chun Li viviendo con él en el ático.

Al año siguiente este lugar daría un gran paso en la "modernidad" de los salones de arcade,y tambien en su decadencia al instalar televisores de pantalla gigante con las inolvidables consolas de nintendo y super nintendo. Si antes no se podía poner un pie en el local, luego de esto había que coger un turno de hasta tres horas antes para poder jugar en las "nuevas y novedosas" nes y snes.

¿Mi primer juego de nes y snes? Contra, el que todos querían jugar, y Street Figther, el inolvidable, el único.

Esta es la primera parte de mi relato. Continuaré en una nueva y próxima entrega rememorando las venturas y desventuras de su servidor en el mundo de los salones de arcade.